Musas de Poydel: María Aguilar
- Itziar Llano Martin

- hace 1 día
- 3 Min. de lectura

Elegancia atemporal, memoria familiar y la belleza de las cosas bien hechas.
Hay mujeres cuya elegancia no responde a tendencias ni a épocas: nace de la manera en la que miran la vida. María Aguilar es una de ellas.
Estilosa, luminosa y con un gusto exquisito, pertenece a esa generación que entiende la moda como un acto íntimo, donde cada prenda cuenta una historia y cada detalle importa. Y hoy, de la mano de Poydel, va a redescubrir La Mer: una marca que ya formaba parte de su memoria familiar y que vuelve a su vida con la fuerza de lo esencial.

Para Poydel, María es una musa muy especial. Una mujer que confió en la casa en dos de los momentos más importantes de su vida y que encarna a la perfección la sensibilidad de la firma: autenticidad, belleza consciente y un amor profundo por las cosas bien hechas.
¿Cómo fue tu experiencia con Poydel?
La experiencia en Poydel fue maravillosa. Desde la primera visita noté cómo Álvaro captó mi estilo al instante. Me preparó varios bocetos preciosos y costó muchísimo decidirse, porque todos me encantaron. Se nota cuando alguien te escucha, te observa y sabe traducir quién eres en un vestido. Eso, para mí, es arte.




¿Cómo fue la boda de tu hija?
Fue una boda entrañable, una de esas celebraciones que guardas para siempre. Muy divertida, además. Como era por la mañana, tuvimos horas y horas para disfrutar todos juntos.Y para eventos tan largos, en los que quieres mantenerte perfecta tantas horas, creo que es fundamental contar con productos de calidad. Todo suma.

3. ¿Cómo conociste a La Mer?
La Mer es una de las marcas premium más conocidas. No sabría decir el momento exacto en el que la descubrí, pero recuerdo que mi madre la usaba. Siempre la he tenido en el imaginario del lujo.Ahora, gracias a Poydel, la he redescubierto. La Crème de La Mer es un básico perfecto, y productos más especiales como The Lip Treatment son ideales para regalar… o para regalarte.

4. ¿Qué es para ti el lujo?
Para mí, el lujo son las cosas que me hacen sentir bien: un buen producto, un momento especial, un recuerdo que guardas. El verdadero lujo es aquello que permanece en el tiempo y en la memoria.
5. ¿Por qué apuestas por piezas que duren toda la vida?
Porque ahí está la diferencia. Prefiero prendas únicas, con buenos tejidos y una confección impecable. La durabilidad no es solo una cuestión de calidad: es una forma de respeto hacia uno mismo, hacia la artesanía y hacia las historias que terminan bordadas en cada pieza.

6. ¿Qué consejo le darías a una madre cuyo hijo o hija se casa pronto?
Que elija productos y prendas de calidad con los que se sienta realmente cómoda y fiel a sí misma. El día de la boda de un hijo no es momento para experimentar. Es un día para estar tranquila, segura y radiante siendo quien eres.



María Aguilar, la elegancia que trasciende el tiempo
Su manera de vestir, de elegir y de recordar convierte a María en una musa singular. Representa aquello que Poydel más admira: autenticidad, cariño por lo bien hecho y una forma de entender el estilo como un legado.
Hay modas que duran una temporada. Y hay estilos, como el suyo, que duran toda la vida.




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